RESURGIR | Día 21 | Encuentros comunes (2da Parte)

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15 Cuando terminaron de desayunar, Jesús le preguntó a Simón Pedro:

—Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?

—Sí, Señor, tú sabes que te quiero —contestó Pedro.

—Apacienta mis corderos —le dijo Jesús.

16 Y volvió a preguntarle:

—Simón, hijo de Juan, ¿me amas?

—Sí, Señor, tú sabes que te quiero.

—Cuida de mis ovejas.

17 Por tercera vez Jesús le preguntó:

—Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?

A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: «¿Me quieres?» Así que le dijo:

—Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.

—Apacienta mis ovejas —le dijo Jesús—. 18 De veras te aseguro que cuando eras más joven te vestías tú mismo e ibas adonde querías; pero cuando seas viejo, extenderás las manos y otro te vestirá y te llevará adonde no quieras ir.

19 Esto dijo Jesús para dar a entender la clase de muerte con que Pedro glorificaría a Dios. Después de eso añadió:

—¡Sígueme!

Juan  21:15-19 (NVI)

El día de ayer veíamos como a Dios le encanta aparecer en los momentos comunes de nuestra vida diaria. Momentos donde tal vez lo único que esperamos es aburrición y cotidianidad, pero el milagro esta esperando a la vuelta de la esquina ó tal vez esta frente a nosotros.

Así fue este tercer encuentro de Jesús con sus discípulos. En esta ocasión parece que el objetivo principal es Pedro. Como observamos en el post anterior, toda esta escena de Pedro intentando pescar toda la noche pero sin conseguir nada, un extraño le dice donde echar las redes  y como el resultado fue una pesca milagrosa; parece que cada uno de los detalles anteriores fueron preparados para haberle recordado a Pedro el día de su llamado y como él había dejado todo para seguir a Jesús.

Pero después vino la caída y parecería que todo cambiaría en la vida del apóstol. Las palabras: «No lo conozco» resonarían en la mente de Pedro una y otra vez. Así como tal vez te pasa hoy con aquel recuerdo que parecer repetirse una y otra vez, y que no teja olvidar esos momentos de debilidad y traición; tal vez a tu Dios, a tu fe, a tu familia o a ti mismo. Tal vez es por eso que reconoces que tu fe necesita RESURGIR. Bueno, este es el relato adecuado.

Cerrando círculos

Después de que Jesús se apareció de forma ordinaria, también les preparo un ordinario desayuno y comió de forma cotidiana. Pero en medio de estos momentos comunes se escondía la respuesta extraordinaria que necesitaba el corazón de Pedro.

Sin mayor preámbulo, después de desayunar Jesucristo hace tres preguntas a Pedro: ¿Me amas mas que a éstos?, ¿me amas? ¿me quieres? Tres preguntas, una por cada vez que Pedro juro y perjuro que no conocía a su Maestro.

Mucho se ha hablado de lo que le pide Jesús a Pedro en este momento, acerca de cuidar de sus ovejas y como un poco de tiempo después vemos a este hombre transformado y predicando valerosamente el evangelio trayendo a mas de 3000 personas a las aguas del bautismo.

Pero antes de llegar ahí lo que quiero hablarte es de lo que hizo Jesús por su amigo y como fue este momento el que ayudo a este pescador a RESURGIR en su propia fe. Lo que veo que hizo Jesús fue cerrar los círculos abiertos que habían en la vida de Pedro a causa de su pasada traición.

Con círculos me refiero a toda situación, herida, malentendido ó pecado que hoy te esta llenando de culpa y te separa de los demás y hasta de Dios. Es impresionante el numero de personas que vive con círculos abiertos que solo producen ansiedad. ¿Qué tal aquel malentendido con tu amigo ó familiar que no quieres tratar por miedo a que el problema crezca, pero que cada vez que escuchas la situación solo sientes enojo y culpa por no hablar y resolver la situación? ¿Qué hay de aquella deuda que no haz pagado y los intereses te están comiendo y afectando tu relación de pareja y aun emocionalmente, pero que hoy por hoy no tienes ningún plan para «cerrar ese círculo» y ademas sigues gastando lo que no tienes?, ó ¿qué tal esa disculpa que le debes a tu pareja pero el orgullo te tapa la boca? Círculos, situaciones inconclusas que solo nos roban el sueño y la paz.

Pero Jesús dejo claro que él venia a darnos paz, eso exactamente fue lo que hizo con Pedro. Al preguntarle si lo amaba no solo le dio la oportunidad de reivindicarse, sino que también Jesús le demostró que aun tenia confianza en él, al punto de encargarle lo mas valioso que tenia: sus ovejas.

¿No es esto lo que necesitan nuestros corazones? La ayuda de Cristo para dejar de cargar con la culpa y la ansiedad que producen estas situaciones sin tratar en nuestra vida. Necesitamos la paz que sobrepasa todo entendimiento y esa paz viene cuando aprendemos la importancia de no dejar cosas inconclusas.

Sin aquella platica, es probable que Pedro hubiera obedecido a Jesús de ir a predicar el evangelio a todas las naciones, pero tal vez siempre hubiera tenido la duda de que si Jesús le hubiera podido perdonar lo que había hecho momentos antes de la crucifixión.

Recuerdo muy bien unos 10 años atras cuando esta recién casado y mi esposa y yo teníamos tarjetas de crédito que habíamos obtenido siendo solteros, pero que ahora al estar juntos y juntar también nuestras deudas, la suma de todas las tarjetas era algo estratosférico que nos abrumaba y no podíamos salir de ello. Pero fue gracias a la platica con un gran amigo y al leer un libro de como sanar nuestras finanzas que pudimos tener el valor y la decisión de hacer un plan de pagos que nos llevo 2 años cerrar ese circulo de deuda que nos tenia presos.

Cuando vivimos con pecados escondidos es como vivir con un circulo de pecado, culpa, pecado del cual no podemos ser libres fácilmente, sino hasta que el perdón y la confianza nos liberan y cierran los asuntos abiertos delante de Dios y nosotros.

Dios quiere que aprendamos a cerrar círculos. De eso dependerá que tan efectivos seremos en sus manos. Pedro tuvo el valor de predicar el evangelio, escribir sus dos cartas para pastorear a las iglesias  y tiempo después, hasta morir por la causa del Señor.

Estoy seguro que esto fue producto de una platica en un día común y corriente,, en una playa ordinaria, en medio de un desayuno nada fuera de lo común. Pero ¿No es ahí donde se pueden esconder los mejores milagros?

Dedica tiempo para hacer una lista de todos los «círculos abiertos» en tu vida y ora por valor y sabiduría para buscar como cerrarlos. Y al mismo tiempo habla con alguien al respecto a quien le tengas confianza para que pueda darte seguimiento de que haz decido y como vas.

Bendiciones.

RESURGIR | Día 20 | Encuentros comunes (1ra parte)

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Considero que la mayoría de nosotros tiene un hambre de lo sagrado y lo sobrenatural. Pero muchas veces despreciamos lo común sin darnos cuenta que, es en esos detalles cotidianos cuando Dios hace sus mejores apariciones.

Eclesiastés 3:11 (NTV) nos dice que Dios «sembró la eternidad en el corazón humano…» y por nuestros limites naturales no alcanzamos a comprender todo, pero es innegable que algo dentro de nosotros nos dice que nacimos para algo más que solo nacer, crecer, trabajar, pagar deudas, tener familia y esperar la muerte. Echemos de nuevo una mirada a lo que los 40 días siguientes a la resurrección de Cristo tienen para nosotros. 

Después de esto Jesús se apareció de nuevo a sus discípulos, junto al lago de Tiberíades. Sucedió de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás (al que apodaban el Gemelo), Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos discípulos.

—Me voy a pescar —dijo Simón Pedro.

—Nos vamos contigo —contestaron ellos.

Salieron, pues, de allí y se embarcaron, pero esa noche no pescaron nada.

Al despuntar el alba Jesús se hizo presente en la orilla, pero los discípulos no se dieron cuenta de que era él.

—Muchachos, ¿no tienen algo de comer? —les preguntó Jesús.

—No —respondieron ellos.

—Tiren la red a la derecha de la barca, y pescarán algo.

Así lo hicieron, y era tal la cantidad de pescados que ya no podían sacar la red.

—¡Es el Señor! —dijo a Pedro el discípulo a quien Jesús amaba.

Tan pronto como Simón Pedro le oyó decir: «Es el Señor», se puso la ropa, pues estaba semidesnudo, y se tiró al agua. Los otros discípulos lo siguieron en la barca, arrastrando la red llena de pescados, pues estaban a escasos cien metros de la orilla. Al desembarcar, vieron unas brasas con un pescado encima, y un pan.

10 —Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar —les dijo Jesús.

11 Simón Pedro subió a bordo y arrastró hasta la orilla la red, la cual estaba llena de pescados de buen tamaño. Eran ciento cincuenta y tres, pero a pesar de ser tantos la red no se rompió.

12 —Vengan a desayunar —les dijo Jesús.

Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», porque sabían que era el Señor. 13 Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio a ellos, e hizo lo mismo con el pescado. 14 Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de haber resucitado.

Juan 21:1-14 (NVI)

El apostol Juan en su relato de la resurrección nos deja claro que esta es la tercera ocasión en que Jesús se apareció a sus discípulos. Como hemos visto antes, las veces anteriores les había proporcionado paz a sus corazones atribulados, les había dado pruebas de que Él había regresado de la misma muerte al presentarles sus heridas. Vimos como ayudo a Tomas a creer y a los discípulos en el camino a Emaús, pero ahora va en búsqueda de otro de sus discípulos que necesitaba de una ayuda mas especifica. Ese es Pedro. Por hoy solo veremos la primer parte de este relato.

7 discípulos incluyendo Pedro se encontraban juntos hasta que el líder del grupo decide que haría lo que mejor sabia hacer: pescar. ¿Qué llenaría la mente de Pedro en esos momentos?

Las traiciones son actos que lastiman el alma de la persona que las cometen y que mancha de  vergüenza el corazón del transgresor. Las últimas apariciones de Cristo seguramente habrían entusiasmado y maravillado a su amigo, pero ¿habrían sido suficientes para sanar y limpiar el alma del pescador? Jesús sabia que no, así que decide tener una aparición más y espera el momento adecuado para dejar muy claro que esta vez la misión de Jesús era este hombre que un día dejo todo por seguirlo y no lo dejaría vivir con el remordimiento ni la culpa de lo que hizo. Así que esta tercera aparición Jesús determina que sea lo mas semejante posible al día en que Pedro decidió seguir al Maestro. Miremos aquel momento:

Cierto día, mientras Jesús predicaba en la orilla del mar de Galilea, grandes multitudes se abalanzaban sobre él para escuchar la palabra de Dios. Jesús notó dos barcas vacías en la orilla porque los pescadores las habían dejado mientras lavaban sus redes. Al subir a una de las barcas, Jesús le pidió a Simón, el dueño de la barca, que la empujara al agua. Luego se sentó en la barca y desde allí enseñaba a las multitudes.

Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón:

—Ahora ve a las aguas más profundas y echa tus redes para pescar.

—Maestro —respondió Simón—, hemos trabajado mucho durante toda la noche y no hemos pescado nada; pero si tú lo dices, echaré las redes nuevamente.

Y esta vez las redes se llenaron de tantos peces ¡que comenzaron a romperse! Un grito de auxilio atrajo a los compañeros de la otra barca, y pronto las dos barcas estaban llenas de peces y a punto de hundirse.

Cuando Simón Pedro se dio cuenta de lo que había sucedido, cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo:

—Señor, por favor, aléjate de mí, soy demasiado pecador para estar cerca de ti.

Pues estaba muy asombrado por la cantidad de peces que habían sacado, al igual que los otros que estaban con él.10 Sus compañeros, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, también estaban asombrados.

Jesús respondió a Simón: «¡No tengas miedo! ¡De ahora en adelante, pescarás personas!». 11 Y, en cuanto llegaron a tierra firme, dejaron todo y siguieron a Jesús.

Lucas 5:1-11 (NTV)

Estas dos historias tienen algo en común: las dos sucedieron en un momentos ordinarios de la vida de Pedro.  Pedro era un pescador ¿Cuantos días de pesca habrían pasado antes de que el apóstol se encontrara con aquel que volvería su vida de cabeza? Pescar era su trabajo, y como todo trabajo tiene sus preocupaciones, su propio estrés. ¿Cuantos pescados sacamos hoy? ¿Podré pagar las cuentas de este mes? ¿Cómo pago a los empleados si no hay una buena pesca esta semana? – ¡Espero que no suban mas los impuestos estos romanos ladrones! Etc. y etc.

Día tras día, la misma rutina, los mismos problemas. Creo que sabes de lo que hablo. Una vida ordinaria, preocupaciones comunes, días que parecen que no tienen nada de especial es algo que todos experimentamos.

El problema con esto es que podemos perdernos de la presencia de nuestro creador en los detalles que nos rodean. En las dos historias Jesucristo hace su aparición como un desconocido que le recomienda a Pedro pescar y que cuando « lo hicieron, y era tal la cantidad de pescados que ya no podían sacar la red.» (Juan 21:6) Fue en ese instante en que Pedro reconocía que Jesús estaba allí, era la misma escena que Lucas nos comparte en su evangelio que concluyo en un Pedro reconociendo que era un pecador y que tres años atras estaba entregando su vida a ese joven maestro de Galilea con escasos 30 años de edad.

La pesca milagrosa hizo que Pedro mirara a Jesús con otros ojos.

Milagros suceden todo el tiempo, la pregunta es: ¿Somos conscientes de ellos? ¿Escuchamos sus mensajes que nos invitan a reconocer quienes somos y quien es el Señor?

El día de ayer pasaba tiempo un tiempo con mi único hijo, le llamamos el tiempo de padre e hijo y sabemos que es exclusivo para realizar cosas de hombres. Video juegos, montar bicicleta, comer helados, reírnos de chistes malos. La tentación de seguir adelante con mi trabajo es mucha, siempre hay pendientes, proyectos por terminar, personas a quien llamar, almas que ayudar, sermones que preparar, planes por diseñar. Pero hoy estoy ma convencido que nunca cuan importante es ese momento en mi relación con mi hijo.

Soy testigo de como nuestra relación se enriquece cuando de forma voluntaria y consciente busco acercarme a él y seguir construyendo nuestro vínculo familiar. Y es ahí donde no hay una pantalla que me distraiga, no contesto llamadas, ni hago nada de mi trabajo en su presencia. Todo mi tiempo, mi atención es para él es ese momento. Es ahí, donde soy testigo de los milagros.

El milagro de estar 100% presente frente a un ser humano que amo y me ama, el milagro de presenciar un regalo de Dios sonreírme y disfrutar de su confianza es algo que no deseo perder por nada del mundo.

Son esos momentos donde estoy 100% presente donde puedo escuchar a Dios decirme creo en ti, vine hasta aquí por ti. Vuelve a intentarlo pero ahora conmigo en la barca, intenta de nuevo pero ahora de otra forma, yo estaré contigo. Por la simple y sencilla obediencia en momentos tan comunes y corrientes Pedro es recordado como uno de los principales personajes de la fe.

Jesús no llego a la vida de Pedro cuando él estaba orando en una montaña o después de un ayuno de 40 días (por lo menos no que sepamos) El pescador no había ofrendado todo la su ganancia de un mes, ni había hecho ninguna cosa a la que se le puede atribuir que merecía la presencia del único hijo de Dios en su vida. Peor aún, la segunda ocasión donde el milagro de la pesca que rompía las redes se dio en el momento mas bajo de la vida de este hombre: después de haber traicionado a la persona a la que le había prometido serle fiel hasta la muerte.

Cristo se apareció a Pedro en días ordinarios. Tuvo encuentros tan comunes que hubieran sido fácil poder pasarlos por alto si Jesús no hubiera intervenido para abrirle los ojos a este hombre de Galilea.

No permitas que lo habitual entierre la presencia más grandiosa de todas en tu vida. Cuando mi familia y yo nos mudamos a la ciudad de Boston yo estaba maravillado por todo lo que mis ojos contemplaban. La exuberancia de la naturaleza y bosques aun en medio de la ciudad, los ríos que cruzan por todos lados. La primera vez que vi nevar casi lloro, fue un momento mágico. En el otoño es otro momento fenomenal del año donde puedes observar como cambian de color las hojas de los arboles y comienzan a caer cambiando su follaje. NO hay palabras para describir cada uno de esos momentos. Los primeros años después de mudarme no paraba de agradecer y maravillarme. Pero conforme el tiempo paso, también mis ojos se acostumbraron y deje de apreciar como antes lo hacia.

Lo maravilloso y mágico de cada cambio de estación seguían estando ahi, los ríos y los bosques siguen estando allí, frente a mis ojos, ellos no han cambiado. Yo cambie. ¿Qué tal tú? ¿Haz dejado de apreciar los milagros y la presencia de tu creador en cada momento a tu alrededor?

La mayoría de nosotros quisiera que cosas asombrosas suceda en nuestra vida, olvidando que ya están ocurriendo y que solo necesitamos abrir los ojos a ellas.

Te invito a orar el día de hoy dando gracias a Dios por tu trabajo, tu escuela, tu pareja, tus hijos, familiares, compañeros de trabajo, tu iglesia y cualquier cosa que se haya vuelto común y prepárate para mirar el milagro que Dios tiene para ti en medio de lo ordinario de la vida.

 

El apóstol Pablo nos ofrece un gran consejo:

Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo,

Colosenses 3:23 (NVI)

¿Qué cosas cambian hoy si todo lo que vas a hacer en este día lo haces como si el Señor mismo estuviera presente? ¿Como tratarías a tu familia o colaboradores o hermanos en la fe si estuvieras convencido de la presencia de Jesús a tu lado?  Bueno, prepárate. Pedro salí a pescar en un día común y ordinario sin saber que lo extraordinario estaba a punto de suceder. ¿Qué fue lo que hizo toda la diferencia aquel día en la vida de este apóstol que ya había vuelto a su antigua ocupación?

No fue la pesca milagrosa, no fue el desayuno gratis, fue la presencia de Jesús. Mejor dicho: ¡de Jesús resucitado!

No falten mañana para mirar lo que un encuentro común puede producir.

Bendiciones.

RESURGIR | Día 19 | Preparados para ungir

Dia 19

Cuando pasó el sábado, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé compraron especias aromáticas para ir a ungir el cuerpo de Jesús. Muy de mañana el primer día de la semana, apenas salido el sol, se dirigieron al sepulcro.

Marcos 16:1-2 (NVI)

«Una cosa es cierta», escribe William Barclay, «si Jesús no hubiera resucitado de entre los muertos, nunca hubiéramos oído hablar de él … La actitud de los discípulos era que todo había terminado en tragedia. Al poco tiempo, la mejor prueba de la resurrección es la existencia de la iglesia cristiana»

El pueblo judío no embalsamaba sus cuerpos en el primer siglo. Ellos vertían especias aromáticas sobre el cuerpo para contrarrestar el hedor de los cuerpos en descomposición, y para expresar su amor. Estas mujeres, al igual que los discípulos, no esperaban encontrar a Jesús vivo, a pesar de que había dicho repetidamente a los discípulos que después de tres días (Marcos 8:31; 9:31; 10:34).

Los arqueólogos han descubierto en las tumbas palestinas que datan del siglo I arcilla y botellas de vidrio, frascos de perfume para ungüentos, etc., que se utiliza para contener los aceites de perfume dulce para untar. Marcos dice que las mujeres compraron estas especias o aromatizantes para «ungir» el cuerpo de Jesús. Las mujeres vertían el aceite en los lienzos que José y Nicodemo habían enrollado alrededor de su cuerpo el sábado.

La palabra griega para ungir es: aleipho – y que puede significar lo siguiente:

«adecuadamente, frotar o manchar el aceite de oliva en el cuerpo.  (aleipho).

Pero si vamos un poco mas allá, Ungir también trae curación y alivio cuando usas ciertos ungüentos en una herida y ¿qué sucede cuando tus heridas son refrescadas? todo se se convierte en sinónimo de alegría (fiesta).

También  aleipho (ungir) suele aplicarse el aceite de oliva en la cara, para refrescar un invitado. El aceite también se aplicó a los pies para calmar el cansancio y como una muestra de honor (cortesía, respeto).

Hoy por hoy eso es exactamente lo que nuestras congregaciones y el mundo en general necesitan. La biblia enseña que la iglesia es el cuerpo de Cristo.

Él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de la resurrección, para ser en todo el primero.

Colosenses 1:18  (NVI)

Ese cuerpo en muchísimos lugares alrededor del mundo necesita de mujeres y hombres que estén listo para ungir.

1.- El ungüento del perdón y la reconciliación,  que no solo sirve para las heridas que nos hacemos los unidos a los otros, sino que deja un maravilloso aroma de vida en nuestras familias y congregaciones.

¡Cuán bueno y cuán agradable es
    que los hermanos convivan en armonía!

Es como el buen aceite que, desde la cabeza,
    va descendiendo por la barba,
por la barba de Aarón,
    hasta el borde de sus vestiduras. 

3 Es como el rocío de Hermón
    que va descendiendo sobre los montes de Sión.
Donde se da esta armonía,
    el Señor concede bendición y vida eterna.

Salmos 133:1-3 (NVI)

 

2.- Especies aromaticas que refresquen al cansado y seco en su propia fe. Palabras de animo, de consuelo y fe. Conversaciones que al finalizar solo dejen este sabor de boca de que algo maravilloso acaba de suceder y por que las personas comienzan a mirar que a tu lado pueden encontrar un momento de olor agradable.

3.- Aceite que da calma al alma cansada. Cada vez es mas el numero de personas que han servido a Dios y a sus congregaciones por muchos años y que lo que hoy sienten es cansancio. ¿Dónde están aquellos que han preparado ungüentos para estas almas fatigadas?

4.- Ungüentos que proveen excelentes oportunidades para mostrar respeto y honor los unos por los otros. Si la tradición de ungir un cuerpo era para mostrar amor y respeto ¿No crees que sea mejor idea mostrar ese amor y respeto hoy mismo mientras estamos vivos?

Estas mujeres dice la Biblia que prepararon ellas mismas estos ungüentos. Y a pesar del dolor y el cansancio del día anterior se apresuraron a tener todo listo para ese glorioso domingo. Quisiera que piensen por un minuto algunas cosas:

  • Estas mujeres no esperaban que Jesús resucitara, pero por el simple hecho de ser fieles a su costumbre de ungir el cuerpo de su Maestro ellas pudieron ser testigos de este inolvidable evento.
  • Así también nosotros aunque podemos estar ya convencidos que algo NO va cambiar, pero si seguimos haciendo las mismas cosas como orar, leer Su palabra,  congregarte, buscar a los perdidos, es muy probable que el milagro este a la vuelta de la esquina.
  • Estas mujeres prepararon todo. Esos ungüentos no surgieron por accidente fueron preparados, con amor y reverencia. Así mismo te invito a meditar que las mejores cosas en tu vida y tu ministerio no sucederán como resultado de algo fortuito o por accidente, sino por la planeación y decisión que tengas y como esto te conecta con tu creador.

Convertirte en una persona que unge a otros, para sanarlos, amarlos, mostrarles que les respetas.

El cuerpo de Cristo en muchos lugares tiene heridas, ha sido atravesado por la maldad de este mundo y por la inconsciencia e incongruencia de sus propios miembros.

Entre más son las heridas se necesita más ungüento.

Entre más cansancio existe se necesita más personas que ofrezcan reposo para el alma, no discordias y problemas.

No pares de ungir el cuerpo de  Cristo aunque ese cuerpo pareciera que esta muerto, siempre podrá resucitar. ¡Jesús lo prometio!

 

Bendiciones.

RESURGIR | Día 18 | El discípulo en las sombras

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21-22 Por tanto, es preciso que se una a nosotros un testigo de la resurrección, uno de los que nos acompañaban todo el tiempo que el Señor Jesús vivió entre nosotros, desde que Juan bautizaba hasta el día en que Jesús fue llevado de entre nosotros.»

23 Así que propusieron a dos: a José, llamado Barsabás, apodado el Justo, y a Matías. 24 Y oraron así: «Señor, tú que conoces el corazón de todos, muéstranos a cuál de estos dos has elegido 25 para que se haga cargo del servicio apostólico que Judas dejó para irse al lugar que le correspondía.» 26 Luego echaron suertes y la elección recayó en Matías; así que él fue reconocido junto con los once apóstoles.

Hechos 1:21-26 (NVI)

Todos conocemos a los doce seguidores de Jesús que el mismo eligió como sus apóstoles. Su fama es por todos conocida. Sus vidas son consideradas como un gran ejemplo de fe. Iglesias llevan sus nombres, gente los venera como santos. Estudiosos han llevado años estudiando y escribiendo acerca de sus vidas. 

Pero ¿ellos fueron los únicos discípulos de Cristo?

Sabemos que ellos fueron elegidos después de que Jesús pasó toda una noche orando. Pero también lo hubo otros 72 más. Y hubo quienes estuvieron con Cristo desde los días de Juan el bautista y que permanecieron con Cristo hasta a su muerte en la cruz y resurrección. 

Dos de estas personas fueron Jose apodado el Justo, y Matías. La muerte de Judas había significado un vacío entre los doce apóstoles; un lugar que no importaría que estuviera disponible si Jesus no hubiera resucitado.  

¿Alguna vez has sentido que haz sido fiel desde hace mucho tiempo y que no se te toma en cuenta? 

¿Tal vez has entregado tu vida a la causa de Cristo sin recibir ningún crédito o reconocimiento? Se que la mayoría nos convertimos sin buscar gloria alguna y con la convicción de darle Gloria a Dios. Pero aún con esto siempre es valioso saber que nuestra fe y fidelidad en el resucitado también le da sentido y propósito a toda nuestra vida. 

Existen voces que no se escuchan pero que tienen un inmenso valor en el avance del evangelio. 

Existen nombres que no serán reconocidos y tal vez nunca recordados pero que fueron piezas vitales en este edificio llamado cuerpo de Cristo, como lo fueron estos dos discípulos. 

Al importante a notar es que no vemos a Matías ó a José, exigiendo su lugar dentro de los 12, sino más bien ellos fueron reconocidos por su constancia y fidelidad al haber sido parte de los seguidores de Jesús durante todo su ministerio.  

Por estas dos características en el momento en que se necesito cubrir el lugar vacante  de Judas, no fue difícil pensar en alguien que tomará su posición entre el grupo de apóstoles. 

Hoy más que nunca se necesitan esa clase de personas: Constantes, fieles a Cristo y como él mismo Pedro dijo: «es preciso que se una a nosotros un testigo de la resurrección». 

Recordemos que podemos escuchar las palabras de Cristo, haber caminado con el, ser testigos de sus milagros y de señales, aún haberlo visto morir, pero sin la resurrección algo faltaría. La resurrección y los siguientes  40 días de Cristo sobre la tierra hicieron toda la diferencia en los discípulos. Si alguien quería ocupar el lugar de judas necesitaría ser alguien transformado por la resurrección. 

El camino de la fe es como un maratón, y no una carrera de velocidad. 

Es como entrar a una película o leer un libro que solo puedes entender si te quedas al final de la película o terminas de leer el libro.

Haber sido testigos de la resurrección hizo que estos dos discípulos tuvieran la oportunidad de ocupar un lugar trascendente en la historia cristiana. 

 v.-25  para que se haga cargo del servicio apostólico que Judas dejó para irse al lugar que le correspondía.

Al final Matías fue el elegido para el cargo, pero la Biblia aclara que esta posición era para servir como Apostol. Esto le aseguraba una muerte segura por causa del evangelio. La posición que ocuparía este hombre no se podría perseguir en busca de reconocimiento ó poder, sino por un verdadero deseo de llevar la noticia del evangelio a todas las naciones. 

Estoy convencido que hoy más que nunca se necesitan personas que hayan permanecido fieles a Jesus a pesar de lo duro de su muerte, lo oscuro del sábado pero que saben esperar a que llegue el domingo.  

Es mi deseo que estos devocionales te inspiren a soñar en cómo puedes servir activamente en tu congregación. 

Necesitamos más gente que haya pasado por la duda y siga buscando respuestas, se necesitan traidores que sepan llorar y ser transformados por la resurrección como lo fue Pedro, la iglesia está hambrienta de gente que esté lista a servir y ocupar lugares importantes de servicio aunque por mucho tiempo antes hayan estado viviendo en el anonimato, ó hayas servido solo en las sombras, solo por nombrarlo de una manera. 

La historia de los discípulos de Jesús nos deja algo claro: No importa de donde vengas, ni lo que hayas hecho, ni si eres un completo desconocido, siempre llegara el momento de RESURGIR y levantarse. Siempre y cuando seamos testigos del poder del mensaje que está detrás del mensaje de la resurrección. ¿Quién puede entender al caído, al que esta enfermo ó sin trabajo, al que lucha con alguna pecado escondido o con la amargura, sino aquel ya paso por ahí? 

Te invito a seguir agradeciendo por cada uno de tus momentos difíciles, por tu anonimato, por tus horas de sacrificio que no han sido reconocidas ó valoradas; es todo esto lo que te está preparando para ocupar el lugar que tu Señor tiene para ti

Oh, por cierto el nombre de Matias proviene de la misma raíz de Mateo y significa regalo de Yahvé. Tu puedes ser ese regalo para tu iglesia hoy mismo. 

Dios les bendiga.

RESURGIR |Día 17 | Rendición

 

Dia 17

Y los cuatro seres vivientes decían: «¡Amén!». Y los veinticuatro ancianos se postraron y adoraron al Cordero.

Apocalipsis 5:14 (NTV)

El apóstol Juan fue una de las personas impactadas por la resurrección. De ser conocido junto con su hermano Jacobo los hijo del trueno (Marcos 3:17), apodados así tal vez por su intolerancia con otros creyentes que liberaban endemoniados usando el nombre de Jesús (Lucas 9:49, Marcos 9:38). Vengativo, imagínense que una vez pidieron que bajara fuego del cielo para destruir una ciudad que no había hecho caso al evangelio (Lucas 9:54) ambicioso,  ya que en otra ocasión lo encontramos junto a su hermano pidiendo tronos al lado de Jesús cuando él comenzara a reinar. Esto nos da una idea de porque los llamo así Jesús.

Bueno, este hombre ahora siendo ya anciano recibe una de las visiones más sorprendentes de todas: El Apocalipsis. Y es en esta visión puede reconocer cómo los seres celestiales adoran a su Señor no solo resucitado sino ahora Glorioso. Juan mismo escribe lo siguiente acerca de la revelación de la que fue testigo:

Y entonaban este nuevo cántico:

«Digno eres de recibir el rollo escrito
    y de romper sus sellos,
porque fuiste sacrificado,
    y con tu sangre compraste para Dios
    gente de toda raza, lengua, pueblo y nación.
10 De ellos hiciste un reino;
    los hiciste sacerdotes al servicio de nuestro Dios,
    y reinarán sobre la tierra».

11 Luego miré, y oí la voz de muchos ángeles que estaban alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos. El número de ellos era millares de millares y millones de millones. 12 Cantaban con todas sus fuerzas:

«¡Digno es el Cordero, que ha sido sacrificado,
de recibir el poder,
la riqueza y la sabiduría,
la fortaleza y la honra,
la gloria y la alabanza!»

13 Y oí a cuanta criatura hay en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, a todos en la creación, que cantaban:

«¡Al que está sentado en el trono y al Cordero,
sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder,
    por los siglos de los siglos!»

14 Los cuatro seres vivientes exclamaron: «¡Amén!», y los ancianos se postraron y adoraron.

Apocalipsis 5:9-14 (NVI)

Juan estaba presenciando un momento sagrado, único, sin precedentes, místico y estremecedor. No hay forma de no adorar, no hay manera de estar distraído. Cada detalle cuenta. Juan mismo repite en varias ocasiones: yo miré, yo oí. Para lograr esto necesitas rendirte de estar distraído para poner todo tu enfoque en un solo lugar.

Al hablar de adoración en la Resurrección el evangelio de Mateo nos ofrece la siguiente descripción:

En eso Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se le acercaron, le abrazaron los pies y lo adoraron.            

Mateo 28:9 (NVI)

El significado de la palabra griega en el Nuevo Testamento traducida más a menudo como «adoración» (proskuneo) es «postrarse delante» o «arrodillarse delante.» La adoración es una actitud del espíritu. Debido a que es una acción interna e individual, esto no es algo que sucede solo un domingo por la mañana en un servicio de una iglesia sino es algo que puede suceder todo el tiempo.

Postrarse y arrodillarse también es reconocido como un símbolo de rendición y de otorgar valor o autoridad hacia quien hacemos este acto.

Existen momentos en la vida donde simplemente necesitamos rendirnos.

Son muchas las cosas que nos lastiman y hasta matan nuestra fe, no solo el pecado; sino también  quemarnos o desgastarnos haciendo lo que hacemos, no importa que tan noble, ó espiritual sea lo que hagas, si esto te quema llenándote de ansiedad, enojo, tristeza y frustración, entonces es momento de rendirte.

Cuando te enojas con tus hijos pequeños porque no hicieron la tarea o con tu esposa por que no le quedo la cena como a ti te gusta, o con tu esposo porque no cambio el foco como te lo prometio hace 6 meses. Si estas cosas te hacen perder la cabeza, explotar y desconectarte de tus seres queridos porque rompieron tu preciosa agenda, entonces es tiempo de rendirte a lo sagrado que tienes frente a ti y valorarlo como lo que es: gente que amas.

Otra definición que los estudiosos bíblicos ofrecen para la palabra adoración es: Besar. Un beso es un acto físico motivado nuevamente por una actitud del corazón. Besas a quien amas, a quien te gusta, a quien aprecias.

Apreciar que tienes un hermoso hijo o hija,  valorar que a tu lado esta un hombre o una mujer que de forma libre y amorosa decidieron darte lo mejor que tienen en la vida y eso es su tiempo pueden ser actos de adoración. Estos actos nos llevan a humillar nuestro ser y expectativas para dar paso a la verdadera intimidad.

Necesitamos besar mas a nuestros seres queridos, pero eso solo puede pasar si nos rendimos. Si dejamos a un lado las distracciones, si realmente estamos conscientes de que los niños solo serán niños una vez, si reconocemos que un día vamos a morir y que un cadáver no va sentir nuestros besos ni escuchar nuestras palabras de aprecio. Si tan solo decidimos parar un momento y ser mas consientes de todo lo hermoso que tenemos a nuestro alrededor, estos actos de rendición pueden convertirse en grandes actos de adoración.

Así que dicho esto podemos concluir que la adoración es un acción consciente que necesita iniciativa y propósito y no debemos confundirla con un acto religioso pasivo cómo es nuestra costumbre.

Nunca resurgiremos si no aprendemos primero a rendirnos y salirnos de esta carrera de ratas donde lo que la mayoría busca es como hacer mas dinero, tener mas títulos, mas poder, mas influencia, etc, etc. Una mentalidad así solo nos incapacita para poder ver la grandeza de Dios en su creación, en la naturaleza, en la maravilla de poder respirar, y todos los músculos que se mueven para poder reír, respirar  e ir a algún lado. ¡Que vivo en un planeta que se mueve!

En el ecuador la superficie de la Tierra se mueve a unos 40.000 km cada 24 horas, una velocidad de aproximadamente 1670 km por hora o  465’11 m/s.por segundo.  Pero como no lo sentimos no lo apreciamos. Nunca podremos apreciar las cosas que no notamos. ¿Estás notando a tus seres queridos? ¿Cuando estas en la iglesia notas a las personas a tu alrededor?

¿No te gustaría que cuando estas pasando tiempos difíciles emocional, material ó espiritualmente hablando alguien se detenga, te escuche con interés y realmente este presente contigo a veces sin decir nada pero acompañándote por le importas?  Bueno, esa persona solo podría lograrlo si decide rendir su agenda y sus planes por estar realmente presente contigo.

¿Recuerdas a los discípulos momentos antes de que Jesús les diera la gran comisión? Dos tipos de personas había en ese grupo: los que dudaban pero también los que adoraron inmediatamente.

 Cuando vieron a Jesús, lo adoraron, ¡pero algunos de ellos dudaban!

Mateo 28:17 (NTV)

Por otro lado el cielo será un lugar lleno de adoración:

Todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono, de los ancianos y de los cuatro seres vivientes. Se postraron rostro en tierra delante del trono, y adoraron a Dios

Apocalipsis 7:11 (NVI)

Todos al adorar, al postrarnos y al rendirnos podemos conectarnos con Jesús de una forma intima y transformadora para nuestros corazones. Así como también esta misma actitud del corazón puede llevarnos a apreciar mucho más todo y a todos los que nos rodean.

Rendición no es una palabra que resulte atractiva. Todos desde muy jóvenes aprendemos a luchar por lo que queremos. A no dejarnos de nadie. El apóstol Juan te entiende por completo, él pensaba lo mismo. Pero después aún el paso de ser conocido como el hijo del trueno al discípulo del amor. Ya no mas pedir fuego del cielo que destruya a las personas, ni tronos ni poder. Ya no más somos los únicos discípulos que podemos hacer milagros para Jesús. No mas una mente cerrada ni intolerancia hacia los demás. Ahora solo amor. Este es el poder del evangelio de la resurrección.

Pero Alberto ¿Cómo logro vivir esta rendición y expresar una adoración mas profunda a Dios en este día? Analicemos las palabras que el apóstol Pablo les escribe a la iglesia en Roma al exhortar a los hermanos a convertirse a expresar adoración espiritual por medio de la rendición:

Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual,ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. (Romanos 12:1-2 NVI)

 

Tomar en cuenta la misericordia de Dios. Haz una lista de todas las bendiciones recibidas en tu vida que revelan la enorme misericordia de Dios por ti.

Ofrece tu cuerpo como un sacrificio el día de hoy. ¿Qué características tiene este sacrificio para que se considere adoración espiritual? Que tu rendición sea algo vivo o sea consciente y no algo obligado o por costumbre. Que también sea santo que significa apartado. Todos los días santificamos tiempo, dinero o ropa, o sea apartamos algo de estas cosas para un uso especial en nuestra vida diaria. Eso mismo quiere Dios de ti. Qué tu cuerpo que incluye tu mente, tus ojos, tus odios, tu boca, tus manos sean apartados para que él los use en este día. El

No te amoldes, transfórmate.  Esto es clave. El apóstol Juan era una persona cuando comenzó a seguir a Jesús y termino siendo otra al final de sus días. Al principio estaba amoldado a las costumbres e ideales de su época pero la resurrección lo transformo. Preguntarte: ¿qué cosas o ideas quieren que te amoldes a ellas?  Te invito a cuestionarlas si ellas te harán mejor persona o peor, si ellas te harán mejor discípulo de Jesús o terminaran alejando de él? Después de analizar esto tomar decisiones sera mas fácil.

Renueva tu mente. Se dice que no se puede resolver un problema con el mismo estado mental que con el que inicio. Y ni tampoco podemos esperar resultados diferentes con la misma manera de pensar y de actuar. Así que hoy te invito a cuestionarte ¿qué ideas o creencias necesito rendir ante Jesús para adorarlo realmente. Cuestionarte, leer nuevos libros, platicar con personas que piensan diferente a ti, en lo personal son cosas que me ayudan a renovar mi mente,

El resultado de este sacrificio o rendición no solo es que daremos verdadera adoración espiritual sino que también podremos comprobar cuál es la voluntad de Dios, que es buena, agradable y perfecta.

Busca un momento para orar por rendir tu corazón y poder besar y apreciar primeramente al único que merece la adoración. Y así como sucedió con Juan  que paso de deseos de venganza, ambición de poder e intolerancia a ser el discípulo del amor, así también tu yo podremos ser transformados por el poder de la resurrección.

No olvides algo, si tu resurges, tu iglesia, tu familia también tendrán la esperanza de hacerlo.

Bendiciones y te deseo un feliz día de rendición.

RESURGIR | Día 14 | Contempla

Dia 14

 

Miremos una vez más el momento que estremeció el universo. El viernes el mundo había dejado muy claro que el miedo, la violencia y el terror son armas que se usan contra los que piensan diferente. Someter o destruir son los criterios que este mundo usa para tratar aquellos que no aceptan el status quo. Jesucristo no fue la excepción.

El sábado era el día de la oscuridad en el corazón. El ambiente festivo y de victoria de una semana antes era solo un recuerdo doloroso. Las voces que habían gritado: ¡Hosanna al que viene en el nombre del Señor! ahora estaban calladas por el peso de una roca que sellaba la entrada de aquella tumba.

… Pero llego el domingo; 1 El primer día de la semana, muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que habían quitado la piedra que cubría la entrada. Así que fue corriendo a ver a Simón Pedro y al otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: —¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto! Pedro y el otro discípulo se dirigieron entonces al sepulcro. Ambos fueron corriendo, pero como el otro discípulo corría más aprisa que Pedro, llegó primero al sepulcro. Inclinándose, se asomó y vio allí las vendas, pero no entró.  Tras él llegó Simón Pedro, y entró en el sepulcro. Vio allí las vendasy el sudario que había cubierto la cabeza de Jesús, aunque el sudario no estaba con las vendas sino enrollado en un lugar aparte. En ese momento entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; y vio y creyó. Hasta entonces no habían entendido la Escritura, que dice que Jesús tenía que resucitar.  Juan 20:1-9 (NVI)

Cuando Pedro y Juan (que, la mayoría de los eruditos están de acuerdo, era “el otro discípulo”) escucharon el informe emocionado de María Magdalena, corrieron al sepulcro. Juan “…corría más aprisa que Pedro, llegó primero al sepulcro. Inclinándose, se asomó y vio allí las vendas, pero no entró.” (Juan 20: 4-5).

Juan miró a la tumba, pero no entró. La palabra griega usada aquí para “mirada” es blepo, “que denota sencilla vista” [Dr. Alvah Hovey, Un Comentario de Americano Sobre el NT, p. 396], a diferencia de una percepción más profunda de lo que se ve por los ojos. En otras palabras, los ojos de Juan vieron lo que estaba delante de él, pero él todavía no comprendió totalmente “cómo interpretar el fenómeno” [El Expositor Comentario de la Biblia, vol. 9, p. 189]. Pedro, por su parte, cuando llegó a la escena, se dirigió inmediatamente a la tumba, y “Vio allí las vendas y el sudario que había cubierto la cabeza de Jesús, aunque el sudario no estaba con las vendas sino enrollado en un lugar aparte.” (Juan 20: 6-7, NVI). Pedro “vio” – esta es la palabra griega theoreo, que significa “contemplar, contemplar, considerar, para ver con interés y atención, para llegar a un conocimiento de” [El Léxico Griego Analítico del Nuevo Testamento, p. 194]. Era una “mirada más cercana y cuidadosa, viva, e instructiva” que el de Juan [El Comentario del Púlpito, vol. 17, pt. 2, p. 465]. Juan echó un vistazo a la escena; Pedro se quedó mirándolo.  La inspección de Pedro de la tumba fue más minuciosa y exacta que la de Juan” [Dr. Hovey, p. 396].

El mensaje que rodea la resurrección nos anima a aprender de estas dos «miradas».

Hagamos un breve ejercicio: Mira detenidamente las imágenes que aparecen en la parte de abajo, pero trata de mirarlas una por una como si estuvieran separadas. Y trata de contar la que esta pasando. Observadas una por una sin hacer trampa y trata de contarte la historia que las fotos nos relatan.

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Al ver la primera imagen ¿qué pensaste que estaba ocurriendo? y ¿al ver la segunda? ¿Fue la misma historia al mirar todas las imágenes juntas? ¿Verdad que no?

La primera imagen por lo regular da la sensación de una pelea, de un ataque; y esto siempre genera miedo, adrenalina, deseos de pelear o huir. ¿Pero qué sucede cuando miramos el resto de las imágenes? La historia es diferente; nos encontramos que en lugar de guerra lo que hay es amistad, diversión y gozo.

Vivimos tiempos de gran distracción. No es fácil encontrar personas que se miren a la cara mientras hablan sin que un celular, pantalla o cualquier otra cosa nos robe la atención. Y sumado a eso, vemos nuestra vida solo en pequeñas imágenes que solo nos generan ansiedad, dolor, desesperación y sentimientos de fracaso.

Pero podemos aprender de que el apóstol Pedro no solo se quedo en la entrada de la tumba sino que entro y “contemplo, considero lo que había adentro,  vio con interés y atención y eso le ayudo llegar a un conocimiento de que su maestro había resucitado.

Recordemos que después de que Jesús fue puesto en la tumba 62 …los jefes de los sacerdotes y los fariseos se presentaron ante Pilato. 63 —Señor —le dijeron—, nosotros recordamos que mientras ese engañador aún vivía, dijo: “A los tres días resucitaré.” 64 Por eso, ordene usted que se selle el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos, se roben el cuerpo y le digan al pueblo que ha resucitado. Ese último engaño sería peor que el primero. 65 —Llévense una guardia de soldados —les ordenó Pilato—, y vayan a asegurar el sepulcro lo mejor que puedan. 66 Así que ellos fueron, cerraron el sepulcro con una piedra, y lo sellaron; y dejaron puesta la guardia.  Mateo 27:62-66 (NVI)

Pero como sabemos el sello fue roto, la piedra removida y los guardias vencidos por el terror ante el milagro de la resurrección.

¿Por que dejo Jesús las vendas en el suelo y el sudario doblado en otra aparte?

«De acuerdo con la costumbre de los entierros judíos, envolvieron el cuerpo de Jesús untado con las especias en largos lienzos de lino.» 

Juan 19: 40

“Esto era prueba de resurrección, porque si alguno lo hubiera trasladado no hubiera desnudado su cuerpo. Y si lo hubieran robado, los ladrones no hubiesen cuidado de quitarle y envolver el sudario poniéndolo en un sitio diferente del de los lienzos, sino que hubieran tomado el cuerpo como se encontraba. Ya había dicho San Juan que al sepultarle lo habían ungido con mirra, la cual pega los lienzos al cuerpo. Y no creas a los que dicen que fue robado, pues no sería tan insensato el ladrón que se ocupara tanto en algo tan inútil.” (S. Juan Crisóstomo, in Ioannem, hom. 84)

Entonces el discípulo que había llegado primero a la tumba también entró y vio y creyó,

Juan 20:8

Lo que Juan vio no podía tener otro significado que la resurrección de Jesús. De eso estaba convencido. El creyó. No vio a los ángeles y todavía no había visto a Jesús, pero el testimonio del sepulcro vacío y la presencia de los lienzos y el sudario era convincente. Un poco después Tomás dijo, «Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré» (20:25), pero aun antes de ver a Jesús Juan ya estaba convencido de la resurrección.

Te invito a mirar con atención a tu alrededor el día de hoy, es probable que encuentres muchas razones para creer. 

Te invito a contemplar. Contempla lo asombroso que es el día que tienes frente ti. Considera, no des por hecho las cosas, no pierdas tu capacidad de asombro, recuerda que solo aquellos que son como niños podrán entrar en el reino De Dios  Mira con interés y atención, Esto es clave, cuando estes en un lugar, cuando hables con alguien, pon todo tu interés, mira a los ojos, haz preguntas, se curioso, mira los detalles. Y la meta de todo esto es llegar a un conocimiento mas profundo de lo que estas contemplando. 

Esto ayudo a la fe de los discípulos, también puede ayudarte en tu búsqueda por resurgir.

El mensaje de la resurrección también puede sanar tu mirada y llenarte de fe.

Bendiciones.

RESURGIR | Día 13 | Fuera de tiempo

Dia 13

 

Uno de los personajes bíblicos por excelencia que Dios uso para la expansión del evangelio fue sin duda el apóstol Pablo. El libro de los Hechos en el capitulo 9 relata la historia de como Jesucristo mismo se le aparece a Saulo en el camino a Damasco. Este encuentro de fue lo que transformo radicalmente la vida de este hombre  fariseo y celoso por el cumplimiento de la ley como pocos. Tiempo después hablando de la resurrección el apóstol escribe un tratado del este tema en su carta a la iglesia de Corintio y ahí mismo expresa en orden casi cronológico como fue que conoció a su Señor. Estas son sus palabras:

que fue sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras, y que se apareció a Cefas, y luego a los doce. Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales vive todavía, aunque algunos han muerto.Luego se apareció a Jacobo, más tarde a todos los apóstoles, y por último, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí.

1 Corintios 15:4-8 (NVI)

Pablo es la última persona que Jesús llama a ser su discípulo de forma personal que registran las escrituras, pero esta experiencia no es la misma a la que tuvieron Pedro y los demás apóstoles. ¡No! Este encuentro que tuvo Pablo fue con el Jesús resucitado. El mismo apóstol se considera como uno nacido fuera de tiempo, al no haber estado dentro de los doce apóstoles, pero este llamado hizo toda la diferencia en la misión y el propósito que vivió Pablo. En su segunda carta a la misma iglesia de Corinto el mismo expresa cual fue el resultado de este encuentro que transformo su forma de mirar la vida y a todas las personas a su alrededor.

16 Así que hemos dejado de evaluar a otros desde el punto de vista humano. En un tiempo, pensábamos de Cristo solo desde un punto de vista humano. ¡Qué tan diferente lo conocemos ahora! 17 Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!

2 Corintios 5:16-17 (NTV)

Esta escritura es sumamente poderosa y tiene un mensaje para todos aquellos que deseamos vivir el poder de la resurrección.

En primer lugar la experiencia de conocer a Cristo resucitado hizo que Pablo dejara de evaluar a otros desde el punto de vista humano. (v.-16) Como mencione en el post pasado, Pablo no conocido a Cristo de carne y hueso como los apóstoles, ni tampoco tuvo las experiencias que ellos tuvieron con Cristo. Es por eso que no veamos en sus cartas menciones a las parábolas, sanidades, milagros ó cualquier otra cosa que Cristo hizo en estando en carne. Este Cristo de barba y sandalias que comía, dormir y se cansaba como todos los hombres lo hacían; no eran parte de la memoria del apóstol. Para Pablo lo que capturaba su mente y corazón era la asombrosa realidad de la resurrección. Una realidad que hacia que Pablo dejara de mirar la vida de una forma limitada y común como el resto de las personas. Dejó de evaluar a las personas a su alrededor siguiendo criterios puramente humanos.

¿Cuantos problemas podríamos resolver mas rápido, cuantos conflictos resolveríamos y cuanto dolor evitaríamos para nosotros y para otros si tan solo dejáramos de evaluarnos los unos a los otros de acuerdo a los criterios presentes?

Una de mis convicciones mas fuertes es vivir bajo la conciencia de que todo en la vida es sagrado, es creado por Dios y tiene un propósito. Junto a esto, tengo solo una vida en esta tierra, una vida que pasa rapidísimo y si no aprovecho cada instante es solo mi responsabilidad. Yo decido si viviré peleando con los demás, juzgándolos, criticando y evaluando sus vidas de acuerdo a mis criterios. Es muy fácil para aquellos que nos decimos creyentes caer en juzgar al próximo en lugar de amarlo. Vivimos muchas veces en la idea de correcto e incorrecto y si aleguen no entra en nuestros criterios lo hacemos a un lado, lo evitamos, lo queremos someter ó lo expulsamos de nuestra vida.

Pablo sabia que esto no era la voluntad de Dios, menos de un Dios que puede resucitar a su hijo para mostrarnos un camino mucho mejor que el mirarnos de una forma limitada.

En segundo lugar Pablo expresa:  ¡Qué tan diferente lo conocemos ahora!  Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado! (v.-16-17) Este es exactamente el poder de la resurrección: darnos nueva vida. El Jesús de carne y hueso, aunque obró milagros e hizo cosas extraordinarias en su cuerpo físico, no fue suficiente como para llenar de esperanza y de fe a sus seguidores. Ellos necesitaban conocer a Cristo de una forma diferente. De la forma en que lo conoció Pablo y su vida cambio para siempre, literalmente se convirtió en una nueva persona. 

¿Te haz conformado con un Jesús que habla en los evangelios sin profundizar en el Cristo resucitado?, ¿Qué estas haciendo para crecer en tu conocimiento de Cristo? Conformarnos con el conocimiento que recibimos cuando iniciamos el camino de la fe es como seguir comiendo los mismos alimentos como cuando teníamos un año de edad. Si esto es así, entonces no es ninguna sorpresa el por que muchísimos cristianos están muriendo de aburrición en sus iglesias. El Jesús resucitado es emocionante, peligroso, sin limites y todopoderoso.

Estoy convencido que de eso se trata el cristianismo: de nacer de nuevo (Juan 3:1-8). Necesitamos dejar de pensar en el nacer de nuevo como solo mejorar algunas cosas y seguir igual en lo demás. Necesitamos ojos sanados por la resurrección donde pueda mirarme a mismo y a los demás de formas totalmente nuevas. Formas en donde perdonar a los demás sea algo natural, donde podamos mirar hacia adelante sin la necesidad de estar cargando nuestro pasado. En esta vida nueva existe algo que solo se puede dar en un corazón resucitado, esto es la reconciliación.

18 Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación: 19 esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación. 20 Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros: «En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios.»21 Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.

2 Corintios 5:18-21 (NTV)

En esta parte de su carta Pablo en tal solo 4 versos repite 5 veces la palabra  «reconciliar». El mensaje de la reconciliación. Reconciliar significa: Restablecer la concordia o amistad perdidas entre dos personas que se habían enfrentado o separado. Esto solo puede suceder cuando estamos llenos de una visión eterna y  renovada. 

Y en muchos sentidos RESURGIR tiene que ver con restablecer una conexión perdida, principalmente y comenzando con Dios. Nuestra alma tiene sed de Dios dice el salmista. Cuando estamos separados de Él a causa de pecado en nuestra vida, ó por que no queremos resolver aun problema con alguien más nuestra alma se decae y nos sentimos secos y agotados. Solo restableciendo nuestro relación con el padre y con nuestro próximo podremos resurgir también nosotros.

Pero como el mismo Pablo reconoció, también nosotros necesitamos estas dos cosas en nuestra vida, y de las cuales te invito a orar el día de hoy:

  1. Dejar de evaluar a los demás según criterios humanos, y
  2. Conocer a Cristo de una forma diferente a como lo conocimos al inicio.

Y el resultado de estas dos cosas nos puede llevar a reconciliarnos con Dios, la única fuente de resurrección para todo ser humano.

Y recuerda, no tienes que haber sido de los primeros ó mas importantes seguidores de Jesús, aún los llamados ó nacidos fuera de tiempo pueden vivir el poder de la resurrección.

Bendiciones.

 

RESURGIR | Día 12 | Encarnación

Dia 12

 Y el Verbo se hizo carne
y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad;
y vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre.

Juan 1:14 (RVR1995)

Para que pudiera existir el milagro de la resurrección primero tuvo que ocurrir la dolorosa realidad de la muerte. Jesús, el hijo de Dios murió. Tal vez esto no es ninguna noticia para la mayoría de nosotros, pero considero que debería serlo. ¿Por qué? Por la simple razón de que si Jesucristo no se hubiera encarnado, o sea hecho hombre, entonces no hubiera existido tal revolución de fe en este mundo.

Si Jesús  nunca se hubiera hecho hombre, es probable que lo reverenciaríamos y adoraríamos por que aceptaríamos la realidad de su divinidad y poder eterno, pero seria muy dicicil amarlo y hasta dar la vida por él.

Peter Scazzero en su libro «Una iglesia emocionalmente sana» comparte grandes lecciones que la iglesia de nuestros días necesita escuchar acerca de como se puede ver un discipulado sano. El autor comparte un ejemplo que deseo compartir a su vez con ustedes el día de hoy ya que ejemplifican muy bien lo que hablaremos en este post.

En la pagina 190 de este libro se puede leer el siguiente relato:

Se cuenta una maravillosa historia sobre una niña de cuatro anos que una noche despertó asustada, convencida de que en las tinieblas que le rodeaban había toda clase de fantasmas y mounstruos. Sola, corrió a la habitación de sus padres. Su madre la calmó y, tomándola por la mano, la llevo de regreso a su propio cuarto, donde incendió una luz y tranquilizó a la niña con estas palabras: «No necesitas tener miedo, no estás sola aquí. Dios está en la habitación».

La niña replicó: «Sé que Dios está aquí, ¡pero necesito a alguien en este cuarto que tenga un poco de piel!» 

Esta historia representa una enorme verdad, podemos decir que Dios esta en todas partes y proclamarlo en todo momento, pero Dios mismo sabe que esto no es suficiente y que necesitamos su piel. No es ninguna sorpresa el alto numero de personas pagando grandes cantidades de dinero a terapeutas y especialistas para que pasen tiempo con ellas y les ayuden a saber que hacer con sus vidas. Tampoco no debería asustar el alto numero de jóvenes buscando hacer lo que sea por supuestos amigos que les ofrecen un poco de aceptación  y por otro lado personas siendo infieles a sus parejas y abandonado sus hogares en búsqueda de alguien que se introduzca y se preocupe de su mundo.

Dios tiene piel y se le puede ver, tocar, escuchar y ver,  ¿de que manera? A través del cuerpo de Cristo: la iglesia.

22 Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la iglesia. 23 Ésta, que es su cuerpo, es la plenitud de aquel que lo llena todo por completo.

Efesios 1:22-23

Como lo leímos en Juan 1:14  el Verbo de Dios se hizo carne y tomo forma humana. El Ser por el cual todas las cosas fueron creadas

 porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de él y para él.

Colosenses 1:16 (NVI)

El Creador infinito y sustentador del universo se limito a si mismo al tomar un cuerpo humano como el tuyo y el mío. Un cuerpo que sufre, que envejece que esta limitado. Dios visito nuestro mundo y lo cambio para siempre.  Al encarnarse nuestro Señor compartió con nosotros el dolor, la tristeza, las mismas lagrimas que corren por nuestros ojos también salieron de los suyos. La misma sangre que brota a causa de una herida fue la que mancho aquel madero. El mismo estrés que experimentamos en este mundo caótico fue el que rompió las venas de su frente una noche antes de la crucifixión.

Sabemos que al final esto lo hizo por amor. Y este es el mensaje que necesitamos renovar en nuestros días. Considero que actualmente se hace difícil distinguir entre amar a la gente por lo que ellas son en vez de utilizarlas por lo que podrían aportar a nuestra causa.

Por 20 años he vivido con el énfasis de hacer discípulos de todas las naciones (Mateo 28:18-20), yo mismo he sido misionero en dos ocasiones, deje mi carrera como abogado para plantar iglesias y predicar el evangelio. He predicado, discipulado, enseñado y todo con la gran meta de llevar a las personas al conocimiento de Dios y así salvar sus almas.

Hoy soy consciente de que una de estas actividades yo necesitaba que gente respondiera. Que se bautizaran y formaran parte de mi iglesia. Después de eso que comenzaran a servir y apoyaran con su tiempo, finanzas y corazones a la obra de Dios. Si esto sucedía me sienta feliz y por llamarlo de alguna manera, usado por Dios. Pero si no pasaba solía deprimirme, desesperarme, frustrarme y con muchas dudas.

En varios momentos de mi vida mi gozo estaba mas puesto en las «victorias»en las que podía ser parte, pero con tristeza veía que no me deleitaba en la simple presencia de mi Señor y en la compañía de otros seres creados a imagen de Dios.

Es muy común mirar que los programas de liderazgo están mas diseñados para «enseñar, instruir y reprender», y no en «escuchar y aprender de los demás». Comúnmente he entrado en la vida de las personas solo lo suficiente como para cambiarlas ó convencerlas de lo que creo pero no necesariamente para amarlas.

En estos días al darme cuenta que al Jesús resucitar, Su prioridad fue pasar tiempo con sus discípulos. Para brindarles paz a sus corazones, seguridad y al final simplemente amarlos. Esto ha revolucionado mi mente una vez más.

Una vez Jesús dejo el cielo por la tierra, ahora pudiendo irse corriendo al cielo y aun después de como fue tratado, aun así prefiere todavía pasar mas tiempo con sus discípulos y esto no lo hace desde un cuerpo espiritual, sino que toma el mismo cuerpo pero con la diferencia que ahora estaba lleno de heridas.

La encarnación nos grita: Te amo tanto y me interesas de tal manera que hice todo para entrar en tu mundo, para ponerme en tus zapatos, para compartir tu dolor y así poder ganar tu corazón.

Mi esposa fue misionera y vivo en  la ciudad de la Habana, Cuba cerca de 4 años. Ella me contaba todas las pruebas y desafíos que vivió al convertirse literalmente en una cubana para alcanzarlos para Cristo. Comía su comida, vivía con los mismos limites físicos y económicos y hablaba como ellos.

La encarnación nos ayuda a entrar en la piel de las personas a nuestro lado y no solo mirar de forma superficial sus vidas.

Desde que he comprendido esta realidad trato cada día de estar consciente de mis palabras y en la forma que trato a mi próximo. Muchas veces hable de cosas que no tenia idea, di consejos de cosas que nunca había experimentado y llegue a juzgar a vidas que no comprendía por que no lograba tomar su piel.

El autor del libro mencionado al principio nos ofrece tres dinámicas para vivir una vida encarnada:

  1. Introdúcete en el mundo del otro. Aprende a escuchar y a estar realmente presente y atento. Jesús aún despues de resucitado seguía buscando a sus amigos,los escucho, estaba atento a sus emociones, miedos y necesidades, nunca apurado o distraído.
  2. Mantenerte fiel a ti mismo. Al entrar a nuestro mundo, Jesús nunca dejo de ser Dios encarnado. No se traiciono a si mismo. No es posible guiar a las personas a nuevos sitios si cada vez que entramos al mundo de alguien más terminamos siendo somos nosotros los que nos adaptamos.
  3. Servir como intermediario entre dos mundo.  Cuando decidimos encarnarnos es como si quedaramos suspendidos entre dos mundos: el nuestro y el de la otra persona. El Apostol Pablo, alguien que no conocido a Cristo de carne y hueso sino al Cristo resucitado, escribió lo siguiente: 

    20 Entre los judíos me volví judío, a fin de ganarlos a ellos. Entre los que viven bajo la ley me volví como los que están sometidos a ella (aunque yo mismo no vivo bajo la ley), a fin de ganar a éstos. 21 Entre los que no tienen la ley me volví como los que están sin ley (aunque no estoy libre de la ley de Dios sino comprometido con la ley de Cristo), a fin de ganar a los que están sin ley. 22 Entre los débiles me hice débil, a fin de ganar a los débiles. Me hice todo para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles.

1ra Corintios 9:20-22

Para el apóstol era muy común encarnarse en la vida de otros pero con el firme propósito de amarlos y llevarlos a Cristo.

Te invito a orar el día de hoy por comprender que si hemos resucitado con Cristo entonces también podemos experimentar el poder de encarnarnos en otros. No para usarlo sino para amarlos, no para arreglarlos sino para aceptarlos y llevarlos al único que si tiene el poder de sanarnos y salvarnos.

Bendiciones

Si quieres entender mejor estos conceptos te invito a leer «Una iglesia emocionalmente sana»