21-22 Por tanto, es preciso que se una a nosotros un testigo de la resurrección, uno de los que nos acompañaban todo el tiempo que el Señor Jesús vivió entre nosotros, desde que Juan bautizaba hasta el día en que Jesús fue llevado de entre nosotros.»
23 Así que propusieron a dos: a José, llamado Barsabás, apodado el Justo, y a Matías. 24 Y oraron así: «Señor, tú que conoces el corazón de todos, muéstranos a cuál de estos dos has elegido 25 para que se haga cargo del servicio apostólico que Judas dejó para irse al lugar que le correspondía.» 26 Luego echaron suertes y la elección recayó en Matías; así que él fue reconocido junto con los once apóstoles.
Hechos 1:21-26 (NVI)
Todos conocemos a los doce seguidores de Jesús que el mismo eligió como sus apóstoles. Su fama es por todos conocida. Sus vidas son consideradas como un gran ejemplo de fe. Iglesias llevan sus nombres, gente los venera como santos. Estudiosos han llevado años estudiando y escribiendo acerca de sus vidas.
Pero ¿ellos fueron los únicos discípulos de Cristo?
Sabemos que ellos fueron elegidos después de que Jesús pasó toda una noche orando. Pero también lo hubo otros 72 más. Y hubo quienes estuvieron con Cristo desde los días de Juan el bautista y que permanecieron con Cristo hasta a su muerte en la cruz y resurrección.
Dos de estas personas fueron Jose apodado el Justo, y Matías. La muerte de Judas había significado un vacío entre los doce apóstoles; un lugar que no importaría que estuviera disponible si Jesus no hubiera resucitado.
¿Alguna vez has sentido que haz sido fiel desde hace mucho tiempo y que no se te toma en cuenta?
¿Tal vez has entregado tu vida a la causa de Cristo sin recibir ningún crédito o reconocimiento? Se que la mayoría nos convertimos sin buscar gloria alguna y con la convicción de darle Gloria a Dios. Pero aún con esto siempre es valioso saber que nuestra fe y fidelidad en el resucitado también le da sentido y propósito a toda nuestra vida.
Existen voces que no se escuchan pero que tienen un inmenso valor en el avance del evangelio.
Existen nombres que no serán reconocidos y tal vez nunca recordados pero que fueron piezas vitales en este edificio llamado cuerpo de Cristo, como lo fueron estos dos discípulos.
Al importante a notar es que no vemos a Matías ó a José, exigiendo su lugar dentro de los 12, sino más bien ellos fueron reconocidos por su constancia y fidelidad al haber sido parte de los seguidores de Jesús durante todo su ministerio.
Por estas dos características en el momento en que se necesito cubrir el lugar vacante de Judas, no fue difícil pensar en alguien que tomará su posición entre el grupo de apóstoles.
Hoy más que nunca se necesitan esa clase de personas: Constantes, fieles a Cristo y como él mismo Pedro dijo: «es preciso que se una a nosotros un testigo de la resurrección».
Recordemos que podemos escuchar las palabras de Cristo, haber caminado con el, ser testigos de sus milagros y de señales, aún haberlo visto morir, pero sin la resurrección algo faltaría. La resurrección y los siguientes 40 días de Cristo sobre la tierra hicieron toda la diferencia en los discípulos. Si alguien quería ocupar el lugar de judas necesitaría ser alguien transformado por la resurrección.
El camino de la fe es como un maratón, y no una carrera de velocidad.
Es como entrar a una película o leer un libro que solo puedes entender si te quedas al final de la película o terminas de leer el libro.
Haber sido testigos de la resurrección hizo que estos dos discípulos tuvieran la oportunidad de ocupar un lugar trascendente en la historia cristiana.
v.-25 para que se haga cargo del servicio apostólico que Judas dejó para irse al lugar que le correspondía.
Al final Matías fue el elegido para el cargo, pero la Biblia aclara que esta posición era para servir como Apostol. Esto le aseguraba una muerte segura por causa del evangelio. La posición que ocuparía este hombre no se podría perseguir en busca de reconocimiento ó poder, sino por un verdadero deseo de llevar la noticia del evangelio a todas las naciones.
Estoy convencido que hoy más que nunca se necesitan personas que hayan permanecido fieles a Jesus a pesar de lo duro de su muerte, lo oscuro del sábado pero que saben esperar a que llegue el domingo.
Es mi deseo que estos devocionales te inspiren a soñar en cómo puedes servir activamente en tu congregación.
Necesitamos más gente que haya pasado por la duda y siga buscando respuestas, se necesitan traidores que sepan llorar y ser transformados por la resurrección como lo fue Pedro, la iglesia está hambrienta de gente que esté lista a servir y ocupar lugares importantes de servicio aunque por mucho tiempo antes hayan estado viviendo en el anonimato, ó hayas servido solo en las sombras, solo por nombrarlo de una manera.
La historia de los discípulos de Jesús nos deja algo claro: No importa de donde vengas, ni lo que hayas hecho, ni si eres un completo desconocido, siempre llegara el momento de RESURGIR y levantarse. Siempre y cuando seamos testigos del poder del mensaje que está detrás del mensaje de la resurrección. ¿Quién puede entender al caído, al que esta enfermo ó sin trabajo, al que lucha con alguna pecado escondido o con la amargura, sino aquel ya paso por ahí?
Te invito a seguir agradeciendo por cada uno de tus momentos difíciles, por tu anonimato, por tus horas de sacrificio que no han sido reconocidas ó valoradas; es todo esto lo que te está preparando para ocupar el lugar que tu Señor tiene para ti
Oh, por cierto el nombre de Matias proviene de la misma raíz de Mateo y significa regalo de Yahvé. Tu puedes ser ese regalo para tu iglesia hoy mismo.
Dios les bendiga.
Hola Alberto, gracias por tu devocional. Sin duda, Dios lo ve todo y conoce lo más profundo de nuestros sueños, pero también lo más profundo de nuestras luchas y el deseo de marcar esa diferencia de no quedarnos atorados y que necesitamos resurgir. Hace algunos años mi esposo al dejar la misión de Culiacán, regalo un devocional, con la misma referencia de Matías y Hechos, a una hermana, se titulaba «Un corazón que sabe esperar». Esto lo hizo para animarla a perseverar en su fidelidad y en su sueño de seguir sirviendo. Esta hermana paso muchas luchas siendo soltera, en un momento estuvo a punto de dejar la Iglesia y después de resurgir y empeñarse en dar todo nuevamente a Dios y aprender a ser una verdadera sierva, su momento llego. Conoció y convirtió al que ahora es su esposo, dirigieron juntos un sector acá en Monterrey. El año pasado se hizo un llamado para dirigir la iglesia en Culiacán, hoy son ellos quienes están sirviendo a los hermanos en esa tierra. Una vez más confirmo lo que nos compartes, del resurgimiento, Dios actúa con poder.
Gracias por tu trabajo.
Hola Alberto soy de la iglesia de culiacan y cada devosional me lleva a meditar y profundizar en las escrituras, agradezco tu anhelo de servir a Dios, me han ayudado en mi relación con Dios y con mi esposo nuestro matrimonio estaba pasando momentos críticos y Dios y los devosionales así como hermanos nos ayudan a RESURGIR que a Dios sea la gloria.