En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto.
Proverbios 18:21 (NVI)
La comunicación es una de las cosas más importantes en la vida, sin embargo, una de las que menos cuidado, atención y dedicación ponemos. Piensa en algo: ¿cuánto dinero invertiste en tu auto, tu casa o ropa este año? ó ¿cuánto tiempo dedicaste a aprender algo nuevo este año que esta terminando? Pero ¿cuánto de ese tiempo o dinero invertido tuvo que ver con aprender a comunicarte de una manera efectiva y que provea de vida a tus relaciones mas cercanas.
La realidad es que aunque todos los seres humanos usamos, vivimos y nos movemos todos los días por medio del lenguaje, esta es una de las áreas a las que menos le ponemos atención. Y las consecuencias son obvias: malos entendidos, heridas, ambientes llenos de culpa, vergüenza y dolor; perdida de tiempo en conflictos que no logramos resolver por que no sabemos usar un lenguaje que genere vida y conexión. Veamos algunas caracteristicas de los tipos de lenguaje:
Lenguaje Desconectado de la Vida
- Juzgar o Criticar– Usar palabras que condenan a la persona. “Siempre haces las cosas al aventón.” “Estás mal.”
- Ordenar – No dar opción a los demás de decir que no. “Ven a comer, ahorita.” “Llámame cuando vayas a llegar tarde.” “Lava tus trastes.”
- Diagnosticar – Usar palabras que indican que la persona tiene defectos. “Lo que pasa es que es flojo.” “Fíjate en lo que haces. Eres muy despistada.”
- Comparar – Calificarnos basados en las características de alguien más. “Mira qué delgadita está ella, y mírame a mí.” “Aprende a tu hermana. Siempre saca buenas calificaciones.”
- Debería – Usar frases que implican que estoy mal o que la otra persona está mal. “Deberías ir a la iglesia.” “Deberías visitar a tu mamá más seguido.” “No debes gritarle a tu hijos.” “Deberías agradecer que tienes todo lo que tienes. Yo a tu edad no tenía nada.”
- Culpar – Pensar que yo soy responsable del problema o que la otra persona es responsable del problema en vez de descubrir la necesidad y buscar una solución.
- Merecer – Pensar que nosotros o los demás merecen castigo o recompensa. “Se merece que le peguen por faltar al respeto.” “Me merezco un aumento de sueldo.”
- Negar la Responsabilidad – Pensar que tenemos que hacer algo porque alguien más dice. “Le mentí́ al cliente porque el supervisor me dijo.” “Le grité porque él me gritó primero.” “Yo bebo porque soy alcohólico.”
Todas estas cosas nos separan espiritualmente, de los demás y de nosotros mismos.
Lenguaje de Vida / Lenguaje que Conecta
Este tipo de lenguaje tiene la característica de responder la siguiente pregunta:
- ¿Qué está vivo en ti o en mí?
Es un lenguaje que se enfoca en los sentimientos y necesidades.
Ejemplos:
- Cuando veo platos sucios en la sala, me siento frustrada porque necesito orden.
- Cuando me hablas en ese tono de voz, siento dolor porque necesito respeto.
En estos ejemplos no hay juicios o critica, no se avergüenza o se ordena, ni se culpa al otro por lo que sentimos o pensamos. Es un lenguaje donde se aprende a expresar 4 cosas:
a) Lo que vemos: Cuando veo..
b) Lo que sentimos: me siento…
c) Lo que necesitamos: por que necesito…
y al final podemos hacer peticiones que puedan enriquecer la vida de las personas a nuestro alrededor, incluyendo la nuestra.
Jesucristo nos da un gran ejemplo de esto:
36 Entonces Jesús fue con ellos al huerto de olivos llamado Getsemaní y dijo: «Siéntense aquí mientras voy allí para orar». 37 Se llevó a Pedro y a los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y comenzó a afligirse y angustiarse. 38 Les dijo: «Mi alma está destrozada de tanta tristeza, hasta el punto de la muerte. Quédense aquí y velen conmigo».
Mateo 26:36-38 (NTV)
En el momento mas oscuro de la vida de Jesús el logro expresas claramente sus emociones: Aflicción, tristeza profunda, angustia. Él no se escondió detrás de la apariencia de un gran líder, héroe o mártir. Jesús fue vulnerable y abierto y le puso nombre a sus sentimientos. El expreso lo que veía: su alma estaba destrozada, no por la culpa de nadie sino por la tristeza. ¿Cuan común es echar la responsabilidad de nuestras emociones a alguien más diciendo cosas como: «Es que tu me haces sentir…» ó «Lo que hiciste me hace sentir…» Jesus se observa a si mismo y expresa lo que ve. Esta tan conectado con sus necesidades como la necesidad de compañía, de amistad que es capaz de hacer una petición clara y especifica: Quédense aquí y velen conmigo
¿Y tu y yo?
Pero ¿cómo vamos a entender lo que otras personas nos dicen, o aún lo que Dios nos quiere decir, si primero no comprendemos lo que nosotros sentimos y queremos expresar? ¿Cómo entender lo que otros sienten si primero no nos entendemos a nosotros mismos?
El salmista lo expresa de esta manera:
¿Por qué estoy desanimado?
¿Por qué está tan triste mi corazón?
¡Pondré mi esperanza en Dios!
Nuevamente lo alabaré,
¡mi Salvador y mi Dios!
Salmos 42:11 (NTV)
Este es un gran ejemplo de un hombre conectado con sus emociones y que puede expresarlas y seguir adelante con su fe y con su vida, sin la necesidad de esconderlas o negarlas.
Por mucho tiempo nos han enseñado a negar nuestras emociones etiquetándolas de malas y buenas. Es tiempo de aprender que esto no es así.
La enorme necesidad
Todos necesitamos aprender un nuevo lenguaje: El de la compasión, que nos ayude a transformarnos y a tener herramientas para entender lo que nos hace explotar, tomar responsabilidad de nuestras reacciones y conectarnos con nosotros mismo y con el otro.
Todos tenemos maneras habituales de responder ante un conflicto con nuestras pareja, estas pueden ser: pelear, someterse ó escapar; usamos el miedo, el castigo, los premios, la culpa, la vergüenza y la obligación.
La base de la comunicación que conecta tiene un principio fundamental “Detrás de todas las acciones humanas hay necesidades que la gente desea satisfacer; entender y reconocer estas necesidades pueden crear una base para la conexión, cooperación y paz.
Si nos enfocamos en las necesidades sin interpretar, criticar, culpar o exigir encontraremos soluciones y los malos entendidos pueden solucionarse mucho mas fácilmente.
Es por esto que estoy plenamente convencido que cuando preferimos la Conexión sobre la corrección podemos ganar mucho mas en nuestras relaciones con nuestros hijos, pareja, compañeros de trabajo, miembros de la iglesia y cualquier lugar donde existan otros seres humanos. Pero para esto necesitamos aprender un nuevo lenguaje.
Si te interesa conocer mas de este tema y de como aplicarlo en tu vida diaria, visita la sección Curso: Comunicación que conecta e inscríbete para recibir mas información y herramientas que hagan de tu lenguaje un lenguaje de vida para ti y para todos a tu alrededor
Bendiciones
Muchas gracias por este tema
que Dios los bendiga
________________________________